Higiene, no nos llevamos tan mal, ¿verdad? No solo eso, sino que hay varias cosas por corregir en proceso, como ordenar mi cuarto, lo que representa mi vida desordenada, una vez resuelto eso una serie de cambios se aplican solos, ordenar el tiempo, las prioridades, re-estructurar los consumos, administrar mis recursos, poner las cosas en su lugar, antes del balance de fin de año (que viene cerrando bastante negativo) tengo que empezar a revertir la tendencia que venía marcada, de todos modos vengo hace casi una semana de buen humor y pretendo que continue en alza. Si quiero que el 2012 sea positivo tiene que empezar mejorando desde el vamos, porque si mantengo la onda del 2011 estoy complicado, mi vida no es un chiquero, ni una cosa irreversible que se encamina al abismo. Depende de mí que sea algo mas que mil cosas en el tintero.
Parece mentira que hace unos nueve meses aproximadamente, un lunes veinti mucho de febrero haya estado tan cerca de terminar con todo. Había tenido un día horrible, estaba siendo atacado por todos los frentes y ya no sentía fuerza para seguir, llegué a pensar en lo peor (aunque bastante superficialmente) y lo que quedaba de mi mundo se desmoronaba violentamente, a partir de ahí exploré muchas etapas del odio, la compasión, la lástima, pasé una serie de depresiones que conformaban una gran depresión que todavía no creo que haya terminado, tengo muchas cuestiones sin resolver, algún día terminará y seré imparable, pero todavía estoy en proceso de cambios.
Tengo mi personalidad formada, lo que tenga que mejorar tiene que ver con muchísimos detalles, pero sin perder la esencia, no es una revolución de búsqueda total donde te destruís para ser otra persona hasta que encontrás la que te gusta, yo ya encontré mi ruta hace una década aproximadamente, soy demasiado permisivo, pero sacando eso soy un ser que persigue la justicia, y eso es lo que voy a ser hasta el día que me muera. Bueno, voy a seguir pensando mil cosas pero sin ponerlas acá hasta que tenga una conclusión firme, por hoy.
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