Miércoles
No fue gran cosa, me embaucaron con el tema de ir a trabajar mañana, ya pensé que iba a hacer el combo hasta el jueves y estaba listo, pero las cosas no salieron como lo planeaba.
Después del trabajo fui hasta Munro a cortarme el pelo, me insistieron en ir a una peluquería y no hacérmelo yo solo, así que fui desde la estación Olivos del Mitre hasta casi la estación Munro del Belgrano, y justamente en la calle Belgrano fue donde me metí en una peluquería bastante del estilo de peluquería vieja, y el peluquero (prejuzgándolo) tenía aspecto de peluqueros que atienden a viejos y gente que usa cortes clásicos, temí por mi idea en un principio, y cuando le expliqué que quería que me rape con la 3 dejando solo una franja de pelo entendió instantaneamente de qué iba el asunto de la cresta. Recuperé mi autoestima.
Mientras esperaba a que me corten el pelo recibí una invitación a ver el partido, así que salí con mis amigos a verlo, fue bastante choto el partido, pero la salida fue divertida y nos quedamos boludeando un buen rato, llegué a mi casa a las 4 o algo así y me quedé un rato en internet hasta que finalmente decidí que era hora de dormir.
Jueves
Fue un día difícil de explicar, primero me despierto para abrir la puerta a las 11 de la mañana, ya era imposible volver a dormir así que me puse a ver el capítulo de Glee del martes y a ver un par de capítulos de Flying Circus.
En algún momento que no podría precisar me llega un mensaje para que diga si salgo o qué, dije que sí, creo que eran como las 3 cuando estaba esperando en la esquina y aparece una morocha bastante linda, quizá era un presagio de algo, tenía ganas de ver chicas lindas que últimamente las hay para mi felicidad...
Fui a Unicenter con Rodrigo, y justo antes de perder la razón y hacer alguna exclamación estúpida acerca de lo hermosas que estaban las mujeres, siento que me golpean suavemente el brazo, en claro gesto de llamar la atención, era Paula, una de las personas que menos podría esperar que estén ahí cuando giré, grande fue mi sorpresa que saludé estando bastante inmerso en un estado de confusión, no supe que decir y quedamos en arreglar algo si se desocupaba, no dejé de pensar en ese momento todavía aunque traté de disimularlo (sin éxito).
Todo el día fue un asedio de mujeres hermosas por todos lados, pero solo nos habló una vieja que quería saber donde paraba el 60 o el 59; un señor viejo acrotizado que quería iluminarme con su conocimiento acerca de la telefonía y de como las grandes empresas se cuelgan de los servicios cagándose en los usuarios comunes como yo y haciendo que pagemos más; un flaco que nos pidió la hora y un linyera que me pidió "un cigarro". Ninguna chica linda. Ni una sola. Solo me miraban de ese modo que me pone ansioso. No quiero entrar en detalles con eso ni con el tema de la camarera del bowling de ayer a la noche, tampoco quiero decir nada del tema del DNI. Mañana la sigo.
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