martes, 27 de diciembre de 2011

Martes 27 de diciembre de 2011

Hoy fue un día bastante mejor que ayer y antes de ayer, y definitivamente mucho más reflexivo por todos lados. Por ahí hay muchas cosas que nunca voy a entender de nada en general, como mi lógica de procesamiento de personas.
Estoy en una etapa rarísima en lo que respecta a interpretación musical. Estoy escuchando de vuelta cosas de hace varios años, pero prestándole atención al mensaje y a una combinación de cosas, es muy reconfortante saber que las cosas que me gustaron hace mucho me siguen gustando y la maduración musical ya se había dado hace mucho, no encontré cosas desagradables que me hayan hecho pensar que perdí el tiempo. Es genial.
Tengo todo un plan indescriptible emplazado en una gran base de confianza y optimismo para el año que viene, tengo una necesidad de llevarme el mundo por delante, y eso empieza el domingo. Sí, el domingo, nada va a ser igual para siempre. Nada de lo patético que soy volverá a verse a partir del domingo, así tenga que mentirme voy a creer que puedo volar. Antes de abril voy a ser uno de esos giles que imponen presencia e inspiran respeto, pero sin la parte de ser un gil.
En primer lugar, seguiré con la cosa impulsiva que intenté empezar este año, a la mierda con algunas rutinas, la del blog voy a tratar de mantenerla porque me gusta a nivel autobiográfico. Tanto tiempo (cerca de un año) hace que estoy esperando el 2012 que no voy a tener tiempo ni de tropezar porque voy a estar en pie todo el tiempo. Eso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario