Miércoles 14 de diciembre de 2011

Si algo merece llamarse casualidad, eso fue el incidente de hoy con la rata, procedo a relatarlo... Me encontraba un tanto "con ganas de estar tranquilo" así que aprovechando que mi tia se fue a comer con las amigas y mi tio se fue a comer con mi viejo y mi hermano, decidí ir arriba con la compu y no comer. Después de un rato llegó mi tio y me acordé que estaba la final de la Copa Sudamericana, así que decidí que sería mejor comer unas galletitas con queso Finlandia mientras veia el segundo tiempo. Estaba comiendo cuando de repente veo una cosa oscura que en una primera impresión pensé "una cucaracha enorme" y se me metió el pito para adentro, pero cuando enfoqué en la cosa veo que es una simpática rata saltarina, no me entraban las expresiones de asombro y dije "mirá, vení, se metió una rata", pero cuando llegó mi tio la muy hija de puta se había escondido, y pensamos que se había vuelto por una tapa que estaba levantada, así que la acomodó y le puso un adoquín encima. Pero la historia claramente no terminaba ahí, seguí mirando el partido y la veo aparecer de vuelta a la no-invitada. Otra vez lo hago venir a mi tio y empezamos a tratar de sacarla de donde sea que estaba, a todo esto yo estaba con pantalones cortos y ojotas, así que fui a ponerme zapatillas y agarré un bastón que compré en el barrio chino a 10 pesos el año pasado (creo que el año pasado, ¿o era este año?) y después de hacer alboroto y ver dos goles de la U de Chile, llegamos a la conclusión de que posiblemente estaba escondida detrás de la heladera, empezó a correr la heladera y cuando estaba por terminar de sacarla, veo a la rata correr para el living, me quedo como un boludo exclamando "¡Ahí esta, se fue al living!", así que me cagó a pedos mi tio, que se yo, a esa altura pensaba que quizá la guacha se ponía la gorra y yo en pantalones cortos, a los que no saben lo rápido que puede ser uno de esos bichos, que me crea que no los sobre-estimo cuando digo que son muy rápidos. Así que fuimos a cazarla, y a medidia que íbamos corriendo las cosas salía y se iba abajo de algún sillón, o a algún quilombo, así que estuvimos 5 minutos acorralándola por todos lados, le metí unos cuantos palazos, volaron pedazos de madera y cosas por toda la casa, pero el último momento cuando la teniamos acorralada, y la guacha ya se enteró que no había nada que hacer y solo hacía ruidos de laucha, sí, era una laucha, pero después me di cuenta cuando me dio lástima antes de que le demos los últimos dos golpes. yo no la maté, pero le di unos cuantos, aun así me dio lástima cuando quedó entregada a la muerte. Bue, después quedó tirada con un charquito de sangre y le saqué algunas fotos, pero me hubiese gustado que haya manera de hacer que se vaya sin que hiciera falta matarla, porque las ratas me gustan. En fin, estuvo en el lugar y momento equivocado y yo en el lugar y momento indicado. Casualidades.