lunes, 16 de abril de 2012

Lunes 16 de abril de 2012

Voy a empeñar mi tiempo en escribir algo muy sincero aunque no vaya a ser leido por la persona indicada para hacerlo. Luego de esa breve introducción, procedo a decir lo que tengo que decir en el día de la fecha.

Meses. Mas de un año y meses he tratado de asesinar mis pensamientos y no puedo. No, no se puede. He sentido todas las miserias que una persona de buena fe puede sufrir por ver sus sueños ser brutalmente masacrados. Hoy tuve un sueño, un sueño que se volvió una pesadilla antes de darme cuenta. ESTOY ENCADENADO a un montón de recuerdos tan atractivos como el espejismo que son, no puedo seguir así, no lo soporto más. Siempre creí que ya había pagado mi deuda, ¿por qué me sigue torturando? ¿Por qué? ¿Por qué SIGO torturándome así? Ya no pasa por un tema de baja autoestima, carencia de amor propio o síndrome de imbécil. Me amo, me encuentro particularmente pragmático últimamente y siento que estoy progresando mucho durante estos días, pero cada tanto vuelve a atormentarme UNA SOLA COSA. El fracaso de mi relación, todo lo que me enorgullece y todo lo que me avergüenza está agolpado ahí, como un nodo de densidad infinita lleno del desorden mas intenso jamás visto, y esa cosa, como se pueda llamar... amor bastardo, sentimiento huérfano, dolor complaciente... LO QUE SEA. Vive en mí, cada día, puede hacerse mas débil o mas intenso, y dominar mis estados de ánimo a su antojo. Esa cosa me persigue y no me va a dejar jamás, es como una sombra que permanece visible aun si no hay luz contrastante que la delimite, siempre se que está ahí, definido amorfamente por el resto de mi vida, esperando a que haya una gota de nostalgia para brotar como una planta que clava sus raices en lo mas hondo de mi espíritu, así secándolo y chupándole la vida. Puedo ser mi mejor versión pero siempre estoy y estaré cargando con ese peso, el peso de lo que se me fue de las manos y jamás fui capaz de enterarme, de lo que mi propia estupidez me impidió ver, como una corrupción grosera que me cegó por completo en un estado de anestesiada felicidad. El árbol muchas veces te tapa el bosque y cuando tenés el culo roto y ya no sabés que hacer ni en qué confiar, pasan meses, la vida sigue, te levantás, pero la piedra en el zapato te acompaña día y noche, despierto y dormido, durante las cuatro estaciones y en las coordenadas que estés. A veces la vida es una mierda porque vos dejás que lo sea, y a veces soñás con alguien y ese alguien a quién amaste como a nadie (y seguís amando aunque sin ese fervor enfermo de hace unos meses) ya no existe como quien fue, y así volviese a ser como antes, vos ya no lo sos tampoco, todo cambió aunque no puedas afrontarlo, no podés afrontarlo porque tuviste mucha fe en eso, no porque no puedas crecer, a veces cuando tenés mucha convicción en algo y lo defendés pasa porque creciste, no tengo mas ganas de seguir escribiendo aunque tengo TANTAS COSAS QUE DECIR que me es insoportable guardármelas, pero no puedo, no puedo porque me entristece y cada letra es una sacudida de la daga que tengo en el pecho, no puedo mas y no quiero llorar por este sentimiento de mierda que me atosiga hace tanto, ya estoy podrido y me voy a quedar sin lágrimas. Basta ya.

No hay comentarios:

Publicar un comentario